UN DIVERTIDO VIAJE AL PASADO


Joaquín Barañao junta desde hace catorce años datos curiosos o raros de la historia. Luego los publica en libros, como su reciente Historia universal freak, del que habla en esta entrevista con Nueva. Acá, la nota original.

“El Monopoly nació en 1904 como The Landlord’s Game (El juego del propietario) con el objetivo de mostrar las injusticias del sistema capitalista, que enriquece a los terratenientes y propietarios y empobrece a los arrendatarios. Su creadora, Elizabeth Magie, buscaba que los niños cargaran la conciencia de esta injusticia hasta su adultez”. La historia, breve y concisa, la cuenta Joaquín Barañao, ingeniero civil chileno que desde hace 14 años junta datos “raros” de la historia. Política, deportes, cine, cultura, ciencias. Lo que sea, pero que suene diferente a la historia lineal y acartonada con la que se educa en el sistema tradicional. Esa información la acaba de publicar en su libro Historia universal freak II, que se continúa a otro que va desde el big bang hasta antes de Napoleón. Justamente el líder francés abre este segundo volumen. “Fue bautizado con el italianísimo nombre de Napoleone di Buonaparte. Hasta el final de su vida habló francés con espeso acento de inmigrante y nunca aprendió a escribirlo correctamente”, lo refiere.
“Tienen que ser datos sorprendentes. Que sean difíciles de creer como ciertos, pero que sin embargo lo sean. Y que a pesar de ser sorprendentes, no sean esperables”, le dice Barañao a Nueva durante su visita a la ciudad de Buenos Aires, donde vino a presentar su Historia universal freak. Ya incursionó, además, en otros trabajos de similar perfil, pero dedicados a la música y al fútbol. Ahora, cuenta, prepara otro de cine.
-¿Para qué sirven la historia y, en tu caso, los datos curiosos?
-Es fundamental para entender por qué el mundo funciona como funciona. O por qué somos cómo somos. No es la única manera, pero es una de las fundamentales. Las sociedades son como son por una serie de sucesos. Creo que es imprescindible saber de dónde vienen las cosas. Por otro lado, entiendo que los datos curiosos despiertan interés por leer luego lo esencial. O sea, lo curioso lleva a leer más sobre lo esencial. Las curiosidades permiten conectar de mejor manera con los hechos. Además, reflejan en sí mismas una realidad y dan cuenta de cuánto han cambiado el mundo y las costumbres.
-¿Creés que libros como Historia Universal Freak serán alguna vez tenidos en cuenta en las escuelas como herramienta para desacartonar la enseñanza?
-Este estilo de libros es un fenómeno más bien reciente. Antiguamente no eran habituales. En general la sociedad aprendió a valorar la formalización de las cosas sin perder rigor. Antes el humor, o la irreverencia, estaban asociados con la falta de rigor. Eso se refleja también hasta en la forma de vestirnos: a mí me pasa que me asombra ver películas de los años 30 o 40 en las que la gente iba a la playa con corbata. Por otro lado, me parece comprensible que para quien viene de la academia los libros así puedan generar una suerte de reproche por parte de sus pares. No le ocurre a todo el mundo, pero es un factor que sigue incidiendo.
-A través de la lectura de tu libro me queda la impresión de que la historia es una relación constante de dominadores y dominados. ¿Coincidís?
-No sé si sintetizar así. Esa idea operaba con fuerza en la época en que la humanidad era más violenta. Hoy en día el poder se ha disgregado. El mundo es un lugar mucho más seguro y creo que esa lógica de dominación fue desapareciendo, pero marcó una época de la historia.
-¿Te parece que el mundo es más seguro?
-Lo dicen las estadísticas. Que hoy el mundo es más seguro que antes no es un tema opinable, sino que es algo que se desprende de las cifras duras. Con esto no quiero caer en la soberbia. Tal vez la percepción de que todo es más inseguro parta de hechos puntuales, como una alta connotación noticiosa que lleva a la distorsión enorme de las percepciones. Pero las cifras hablan de que el mundo es un lugar increíblemente más seguro. Hoy muere más gente por diabetes, por ejemplo. La suma de todos los atentados terroristas no equivale a la cifra de un año de muertes de tránsito en un país de mediana envergadura. Hay un abismo entre percepción y estadística. Creo que familiarizarse con las cifras y reconocer los hechos noticiosos como tales, extraordinarios y alejados de la cotidianeidad, sería un buen ejercicio para valorar el  entorno infinitamente más seguro en el que vivimos.

PERSONAJES
-¿Con qué personaje de la historia te quedás?
-Hay muchos, pero si tuviese que elegir uno sería Isaac Newton, porque su cabeza es una cosa que me estremece. Me cuesta entender que un solo ser humano haya podido expandir tanto conocimiento como él. En mi caso, estudié Ingeniería y es increíble la cantidad de fórmulas y principios que llevan su nombre.
-¿Imaginás a alguno de esos personajes que marcaron la historia viviendo en los tiempos actuales?
-¿Viste la película Ha vuelto, sobre Hitler? Contesta tu pregunta. Creo que entre más atrás vayamos en el tiempo, más difícil les sería a esos grandes personajes de la historia adaptarse a este mundo cada vez más liberal, donde priman la autonomía, los derechos humanos. Les costaría mucho insertarse en la lógica de cómo se ve el mundo y la política en estos tiempos.
-¿Cómo definís a estos tiempos?
-Hoy hay más respeto y trabajo en conjunto que conquista y aniquilamiento. Ese es un cambio político muy difícil de asumir para aquellos personajes.
-¿Qué hechos las muy futuras generaciones recordarán como trascendentales?
-Cuando se mire la historia para atrás, por ejemplo en el año 10.000, seguirá sin saberse cómo se inventó el lenguaje, que nunca lo sabremos. También faltarán datos sobre la invención de la agricultura y la invención de la escritura. Se destacarán la imprenta, computación e internet. Esos, cuando se mire con lógica de milenios, serán los grandes temas de la humanidad.
-¿Y a vos?
-A mí el más inesperado me resulta internet. Esto de reunir a la humanidad en una sola ágora pública en la que convergen todas las ideas y con tanta información disponible me parece que es lo más inesperado que nos ocurrió. Nadie habría predicho cosas así.
-¿Se viene un mundo cada vez más complicado o, por el contrario, las próximas generaciones vivirán mejor?
-Soy pesimista en el plano ambiental: entiendo que ahí vamos a vivir cosas muy feas. No sugiero nada parecido a que la humanidad está en peligro, pero sí creo que las generaciones futuras nos reprocharán el nivel de daño que les dejaremos. Habrá cosas muy lamentables. Ya no hay vuelta atrás. Insisto: no quiero decir que vamos a morir, pero los daños son inevitables. Por otro lado, soy optimista en cuanto a lo político. Las guerras a la manera de la Segunda Guerra Mundial son cada vez más lejanas. No imagino volver a ver algo así. Supongo que avanzaremos en línea de cooperación. Y tengo un signo de interrogación respecto de la inteligencia artificial y la capacidad que tendremos como sociedad de mantenernos a salvo. Será un tremendo desafío cómo repartiremos los frutos de ese bienestar y qué haremos con el tiempo que nos quede libre. De todos modos, estoy convencido de que habrá más cambios inimaginables en este siglo.

¿CADA DÍA ENGAÑA MEJOR?
-¿Hasta dónde te gustaría llegar con los relatos históricos?
-Bueno, no soy historiador. Lo que hice para estos libros fue un trabajo de documentación. No hay investigación ni pretende haberla. Mis libros carecen de ínfulas históricas. Tampoco pretendo generar nuevos valores. El valor de lo que hago está en recopilar y re-redactar datos. No apunto a extender el universo histórico.
-Tengo entendido que juntás un dato cada día.
-Así es. Para mí es como respirar. Ya se me hizo costumbre. Es más, necesito hacerlo. Es un ritual de cada día que disfruto. Así como hay gente que colecciona estampillas y otra latas de cerveza, yo colecciono información.
-De esa información recolectada, ¿cuál es la que más te sorprendió en relación con los argentinos?
-Hay varios datos argentinos que me sorprendieron. Uno de ellos tiene que ver con Carlos Gardel. En el año 2012, el diario Página 12 publicó un informe en el que se leía que unos peritos criminalísticos descubrieron que antes de ser famoso había sido estafador. Practicaba el célebre Cuento del tío: cómo pedir dinero a través de una mentira y desaparecer. Me llamó la atención que ese gran ícono de la canción haya hecho eso…
-¿Creés que es cierto? ¿No podría ser otro mito de los tantos que hay alrededor de Gardel?
-Lamento decirte, argentino, que leí las pruebas y eran bien convincentes. Lo doy por cierto.

PERFIL DE BARAÑAO
Joaquín Barañao Díaz nació en Santiago de Chile el 6 de enero de 1982. Aunque es Ingeniero Civil, su pasión es leer y escribir sobre historia. “Es difícil racionalizar los placeres, pero esto me produce mucho goce”, le comenta a esta revista. Hace 14 años que recopila datos de manera diaria. Cada uno de ellos se encuentra en su página web, http://www.datosfreak.org/
Su estilo irónico y alejado de formalismos los aplicó en cuatro libros. Al ya mencionado Historia universal freak I (arranca con el big bang) e Historia universal freak II (desde Napoleón a nuestros días), se suman Historia freak del fútbol (distinguido como Libro del año para el Instituto de Historia y Estadística del Fútbol Chileno) e Historia freak de la música. Y ya trabaja en Historia freak del cine. “Disfruto mucho de escribir sobre cine. Es muy entretenido. Habrá que utilizar un filtro severo a la hora de la selección de temas porque en ese ambiente hay infinidad de anécdotas. Es una industria salpicada de vericuetos e historias inverosímiles”, dice.
Sobre las historias futboleras, espera que se publiquen pronto en Argentina. “Escribí mucho sobre la prehistoria del fútbol. Quería contar su historia más oscura, lejana. El proceso desde la Edad Media, el surgimiento en Inglaterra, la aprobación de las primeras reglas. Recién después de eso me metí con lo más tradicional: los mundiales, las copas Libertadores, la Liga de Campeones”, resume este hincha del club chileno Deportes Temuco.

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