TERÁN DE WEISS: CUANDO LAS COSAS SE ACOMODAN


(Por Alejandro Duchini. En Twitter, @aleduchini)
“Ninguna democracia seria del mundo acepta que no se cumpla con una Ley votada por la misma democracia. Esto es lo que sucede con la 2.502 del año 2007, aprobada (el 8 de noviembre) por la Legislatura porteña.
El macrismo no la respeta cuando en los comunicados oficiales de sus reparticiones, y especialmente la subsecretaria de Deportes, sigue nombrando ‘Estadio del Parque Roca’ y no ‘Mary Terán de Weiss’, como se llama, aún en sus Resoluciones”, dice Víctor Lupo, dirigente del Movimiento Social del Deporte, ex Subsecretario de Deportes de la Nación, periodista y escritor. Además de investigador, no deja de batallar para que se respete el nombre oficial de ese escenario de Villa Soldati en el que el equipo argentino de la Copa Davis juega de local. Se trata de un homenaje a la primera gran tenista argentina. Pero durante 2012 volvió a ser olvidada: en las entradas que se hicieron para aquellos compromisos su nombre no apareció.

Mary Terán de Weiss –número 1 del ranking nacional en 1941, 1944, 1946, 1947 y 1948, y con grandes actuaciones a nivel internacional- vivió la gloria primero y el olvido después. Por su condición de peronista, fue marginada por sus colegas desde mediados de los años 50. Muchas se negaban a participar de los torneos en los que ella se inscribía. El deporte argentino en general tardó en reconocerla. Ni siquiera lo hizo cuando se arrojó del séptimo piso de un edificio marplatense el 8 de diciembre de 1984, a sus 66 años, víctima de una depresión. Todo esto lo cuenta con detalles el periodista Roberto Andersen en su libro “Mary Terán de Weiss” (Ediciones Fabro). “Observo que hay una total indiferencia hacia este caso”, le dice a este medio cuando se le pide una opinión. Conoce bien del tema: fue amigo personal tanto de ella como de su marido, el también ex tenista Heraldo Weiss. De todos modos, le da crédito parcial a la Asociación Argentina de Tenis. “En las credenciales periodísticas de los cotejos dice ‘Estadio Mary Terán de Weiss. Y llevan la firma de su presidente, Arturo Grimaldi”, acota.
Para muchos la AAT es cómplice por su silencio. Su titular le había dicho al diario Clarín que prefería otro nombre para el estadio del Parque Roca. “Me hubiese gustado el de alguien que una a los argentinos y no que desuna”, sostuvo. El 30 de octubre pasado, durante la presentación del libro de Andersen en la Cámara de Diputados, se disculpó.
Autor del formidable libro “Historia política del deporte argentino” (Corregidor), Lupo refiere: “Las autoridades del tenis tienen su responsabilidad, aunque el propio presidente de la Asociación, en ese acto de homenaje a Mary en Diputados, pidió perdón por el trato a la tenista”. Sin embargo, para él la responsabilidad es “tanto de la Asociación Argentina de Tenis como del Gobierno de la Ciudad, de quien depende el estadio”.

Una mujer que aún molesta
Autora del proyecto para que el estadio lleve el nombre de Terán cuando era legisladora de la Ciudad por el Frente Para la Victoria, la actual Directora General de Coordinación de Políticas de Género bonaerense, Ana María Suppa, duda: “Veremos si esas disculpas fueron sinceras”, comenta al referir a Grimaldi. Y agrega: “El día en el que se descubrió la placa con su nombre había funcionarios del gobierno de Macri, así que no es que no saben. Cuando leí el proyecto que me acercó una historiadora y empecé a conocerla, me atrapó su historia. Creo que la Legislatura hizo justicia, o por lo menos reparó tanto olvido”.
La insistencia del gobierno porteño por olvidar el nombre de la tenista en sus promociones llevó al Movimiento Social del deporte de la Ciudad de Buenos Aires a emitirle una carta pidiendo explicaciones. Como no hubo respuestas, el Centro de Estudios e Investigaciones del Deporte se le sumó e hicieron una denuncia ante el INADI.
“En una Resolución que data del 30 de agosto 2011 ese organismo le sugirió al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se refiera al Estadio Multipropósito por su nombre, ‘Mary Terán de Weiss’, y que inste a la difusión y al reconocimiento de su trayectoria”, recuerda Lupo. Pero en las últimas presentaciones argentinas en la Davis nada cambió.
“Hay que seguir luchando para que se respete el nombre. El periodismo tiene que llamar al estadio como corresponde. Soy de los que creen que la verdad siempre triunfa. Y la verdad de la figura de Mary Terán de Weiss es cada vez más grande. Debimos luchar varias décadas contra la injuria, la difamación y el ninguneo que pretendieron algunos sobre su figura. Incluso, desde la Dirección de Deportes de la Ciudad instauré el ‘Premio Dignidad Mary Terán de Weiss’, que se entregó en 2006 y 2007, hasta que el macrismo dejó de hacerlo”, recuerda Lupo.
“¿Por qué molesta, todavía, Mary Terán? La siguen proscribiendo, incomoda. Provoca como mujer política, deportista osada, con convicciones y peronista. Todavía”, reflexiona Suppa antes de soltar un último recuerdo sobre aquella tenista que solía decir, resignada: “No la perdonaron a Evita por ser mujer... ¿y me van a perdonar a mí?".

Alejandro Duchini

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