“EL PORNO ARGENTINO ES UNA SUMA DE PYMES QUE SOBREVIVEN”
La propuesta de una
nota periodística para una revista a una de las autoras de “Porno nuestro –
crónicas de sexo y cine” (Marea editorial) fue el inicio para escribir este
libro que muestra desde adentro cómo es el mundo del sexo, las fiestas y el
cine. En esta entrevista, Alejandra Cukar y Daniela Pasik hablan, ríen y se sorprenden
de un mundo que no es para cualquiera pero que les llama la atención a (casi)
todos. La entrevista original fue publicada en La Voz del Interior.
-¿Cómo se acercaron
ambas a esta temática? ¿Cuándo decidieron meterse en ella?
-Alejandra: La primera en meterse en el tema
fue Daniela. Y fue medio de casualidad. Trabajaba en una revista y en la
vorágine de proponer notas todas las semanas, un compañero le dijo “tenés que
entrevistar a César Jones, es una nota para vos”. Cuando empezó a conocer ese
mundo se dio cuenta de que ahí había material para un libro. Me lo propuso y
empezamos a armar la estructura de lo que más tarde sería Porno nuestro.
-¿Resultó un tema
difícil para abordar desde la escritura?
-Daniela: No. Yo no creo que el tema sea
difícil de abordar desde la escritura, eso es lo más fácil, de hecho. Pasamos
mucho tiempo hablando sobre cómo lo íbamos a escribir, pero no por la temática
porno si no porque somos dos escritoras, con dos estilos, y había que lograr
unificarlos. Y lo logramos, felizmente. Por ahí tal vez lo que nos resultó más
difícil, pero sólo al comienzo, fue hacer el territorio, conocer a la gente, ir
a los lugares. Pero, en gran parte porque éramos dos, más temprano que tarde se
nos facilitó. Muchas posibles dudas o temores se aplacaron ya desde el vamos,
al saber que estábamos trabajando en equipo.
-¿Qué aprendieron del porno
una vez reunido el material para escribir el libro?
-Alejandra: Entre muchas otras cosas, que la
industria del porno, en Argentina, no llega a ser una industria. Es una suma de
pymes que tratan de sobrevivir haciendo lo que les gusta o saben hacer, a pesar
de todo. En el libro lo llamamos “ambiente porno” o, como dice César Jones, uno
de los pocos directores que están trabajando, “protoindustria”.
-¿En qué las cambió
ser testigos directos del porno?
Daniela: Superficialmente en varias cosas, como
normalizar lo que estábamos viendo sin reírnos, ponernos nerviosas o tener
algún prurito. Más al medio, tal vez en que pudimos hacer juicios libres de
prejuicios. Y profundamente, creo que realmente en nada. Somos las mismas, con
un poco más de conocimiento sobre este tema en particular.
-¿Qué fue lo más
divertido de la experiencia de escribir el libro? ¿Y lo más triste?
-Daniela: Hubo muchas cosas divertidas, más que
nada sobre nuestras reacciones y temores. Por ejemplo al principio de todo, la
primera vez que fuimos a una fiesta del ambiente para ir a buscar y tratar de
conocer a Maytland (Víctor, empresario) creímos que inventar que éramos pareja
nos iba a proteger de alguna forma de cualquier probable acoso. Y claramente
eso despertaba muchos más ratones en el entorno, que de todos modos era amable
y respetuoso, así que fue muy tonto de nuestra parte. Lo más triste, algunas
historias puntuales de vida que conocimos.
-¿Cobran bien los
actores de películas porno? ¿Les alcanza para tener un pasar normal?
-Alejandra: Cobran bastante mal, sobre todo si
tenemos en cuenta la exposición que supone hacer una película porno. Ojo, eso
no quiere decir que se explote a los actores o a las actrices. Lo que pasa es
que en Argentina todas las películas porno son de bajo presupuesto, y los
sueldos también. Nadie gana mucho, ni el director ni el productor ni los
actores. Porque no sólo cobran poco sino que, además, se hacen tan pocas pelis
por año, que es imposible que les alcance para vivir. Por eso algunos trabajan
haciendo bolos en telenovelas o publicidades.
-¿Qué futuro le ven, a
partir de sus experiencias en ese ambiente, al porno?
-Alejandra: El porno está tratando de
reinventarse. Pero no es lo mismo el porno en Argentina que en Estados Unidos.
Allá, por más que también sufran por la caída del negocio, se sigue moviendo más
plata. Acá lo que hay son unas cuantas personas que están decididas a seguir
viviendo del porno y sus aledaños, como las fiestas temáticas o los castings
pagos, y algunas otras que apuestan a seguir filmando, aunque sea con bajo
presupuesto y pocas ganancias, porque es lo que les gusta hacer. Así que
mientras esas pocas personas conserven las ganas, seguiremos teniendo porno
nacional.
-En base a lo
conversado con diferentes integrantes de esta industria, ¿encontraron más gente
que lo haga por negocio o, por el contrario, por placer?
Daniela: Nadie gana mucha plata actualmente en
Argentina haciendo porno, así que mayormente y casi en su totalidad los que lo
hacen lo hacen por amor. Al sexo, y al porno.
-¿Cuáles son las
diferencias del porno argentino respecto del de otros países más avanzados?
-Alejandra: Si lo de avanzados se refiere a que
tienen una industria del porno más desarrollada o afianzada, las diferencias
son, sobre todo, monetarias. En países como Estados Unidos o Brasil se manejan
presupuestos más altos para la realización de películas y eso genera más
ganancias y una industria que se mueve, y mueve más plata. No necesariamente da
más calidad, al menos en cuanto a guiones. Lo que pasa en Argentina es que, al
haber tan pocas producciones, hay menos variedad temática, no hay películas
para nichos o gustos demasiado específicos.
-¿Cómo influye la
enorme cantidad de oferta gratuita que hay ahora en Internet?
-Daniela: Acá y en el mundo, Internet no
favorece y también sí. Depende cómo se use. Y no sólo en el porno, si no en
cualquier otra cosa: cine no porno, música, libros, etc. El que se enoja y se
pelea, pierde. Los que sobreviven y hasta sacan provecho son los que se
adaptan, se modernizan, usan la herramienta.
-¿Les quedó algún
material afuera?
-Daniela: Sí, mucho. Por ejemplo todo lo que
nos involucra anecdóticamente, más que nada pavadas chistosas, y otras miles de
anécdotas más simpáticas o menos, porque decidimos que el libro no iba a ser en
primera persona. Está narrado, como nos aconsejó nuestro editor, Cristian
Alarcón, en "una tercera omnisciente sexy erudita".
-¿Pensaron mantener o
hacer algún tipo de nuevo trabajo con la temática?
-Alejandra: Creo que después de casi tres años
de trabajo, ya tuvimos suficiente porno.
-Daniela: A mí me encantaría que se agote la
primera edición y hacer una linda actualización en una suerte de prólogo o
postfacio para la segunda, para contar en qué están los protagonistas del
libro, y las nuevas películas que se hicieron. Reencontrarse con ese mundo y seres
un año más tarde a ver qué pasó.
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