RUGBY: UNA DEUDA CON LA SOCIEDAD

La UAR anunció que recibirá a familiares de los más de 150 rugbiers desaparecidos durante la dictadura. Pero aún no estableció fecha. Diferentes fuentes consultadas por El Intransigente dejan entrever que hay esperanza, pero también prudencia.

Por Alejandro Duchini.

La aceptación de la Unión Argentina de Rugby para recibir a los familiares de los jugadores desaparecidos durante la dictadura militar es una prudente buena noticia. Al menos eso es lo que se desprende al conversar con allegados al tema. El rugby es el deporte que más desaparecidos tuvo: 152 (otros dicen 151) sobre 220 casos registrados. El reconocimiento por parte de la UAR sería un gran paso siempre y cuando se concrete. Aún no hay fecha ni lugar. Marcelo Rodríguez, el presidente de la UAR, dijo que la reunión y el homenaje se concretarían una vez finalizado el Mundial, el 2 de noviembre pasado. Lo positivo es que por primera vez se promete dar este paso, ya que en pedidos anteriores ni siquiera hubo respuestas.

La información fue dada a conocer por la agrupación HIJOS en un comunicado difundido la semana pasada y que lleva la firma de organismos de derechos humanos y allegados al rugby. 2019 no fue un año más en materia de reconocimiento a los desaparecidos. Este año el plantel de los All Blacks vino al país a enfrentar a Los Pumas por la primera fecha del Rugby Championship y recorrió las instalaciones de la ex ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada). Hay además un torneo en memoria de los desaparecidos que ya va por su cuarta edición -la última fue en Bariloche- y que el año que viene se jugará en Mar del Plata. Sin embargo, el mundo del rugby es renuente a este tipo de reconocimientos. Este domingo, el periodista Gustavo Veiga, hombre fundamental para la investigación de desaparecidos en el ambiente del deporte, tituló La memoria en el rugby como tema de debate a su excelente nota en Página 12 sobre oposiciones a los derechos humanos.

Veiga es además el autor de un libro imprescindible sobre la temática: Deporte, desaparecidos y dictadura. La editorial Al Arco publicó este año la tercera edición, ampliada. La primera data de 2006. Eran apenas 17 casos. Hoy son más de 150 y superan la mitad de todos los deportistas federados desaparecidos. De las casi 100 páginas iniciales, Deportes, desaparecidos y dictadura hoy tiene 200. Pablo Llonto, Ezequiel Fernández Moores, Ariel Scher, Santiago Menichelli y Claudio Gómez son algunas de las firmas que complementan a Veiga.

La cantidad de desaparecidos según esta investigación se divide de la siguiente maneryyna: ajedrez (13 casos), andinismo (1), atletismo (2), básquet (5), boxeo (3), ciclismo (2), fútbol (19), gimnasia artística (1), hóckey (2), natación (10), pelota al cesto (1), rugby (152), tenis (1), tenis criollo (1), tenis de mesa (1), vóley (4), waterpolo (1) y yachting (1). Veiga nos aclara que “pueden ser más”, porque esos son los comprobados. 

Consultado por El Intransigente, Veiga dice que el anunciado recibimiento a los familiares de los rugbiers desaparecidos “parece un avance”. Y continúa: “Esa es una parte o el primer paso. Debería concretarse el homenaje a los 152 rugbiers de acá al año que viene en una fecha precisa. Ahí podría decirse que la UAR cumplió con su aporte a la memoria, verdad y justicia que hasta ahora no se había dado”.

Veiga recuerda que en dos ocasiones se pidieron encuentros entre autoridades de la UAR y familiares y “no hubo respuestas positivas”. Para él, este anuncio es tan importante como “que se mantenga el homenaje con el torneos a los rugbiers desaparecidos, que este año se hizo en Bariloche. Ahí creo que está el verdadero homenaje de la gente que realmente siente como propia la causa de los detenidos desaparecidos y en particular del rugby”. Y fundamenta: “Sobre la UAR pongo un signo de interrogación por su historia y porque incluso en el mundo del rugby el tema todavía genera divisiones”.

Así como Deporte, desaparecidos y dictadura es de lectura imprescindible, también lo es Maten al rugbier -La historia detrás de los 20 desaparecidos de La Plata Rugby Club, del periodista Claudio Gómez. La investigación de Gómez es tan buena como comprometida. Gómez empezó con 17 casos y terminó por contar 20. Entre los testimonios relevantes hay uno especialmente conmovedor: es la entrevista que le hizo a Velia (86 años en 2013, cuando la entrevistó), la madre de los hermanos Moura, conocidos por el grupo Virus. Jorge es el hermano desaparecido que jugaba al rugby en La Plata. “Perder a un hijo es lo peor que le puede pasar a un ser humano. Yo perdí a dos. Tengo ochenta y seis años y todos los días me pregunto para qué quiero seguir viviendo”, le dijo Velia a Gómez. Y Gómez a su vez le dice a El Intransigente: “Se supone que el rugby es elitista, de clases acomodadas, un deporte oligarca. Se supone, entonces, que los jóvenes de esas clases acomodadas no habrán integrado agrupaciones guerrilleras durante los ‘70. Y se supone, por lo tanto, que no debería haber víctimas de la represión entre los jugadores de rugby. Bien, ninguna de estas suposiciones es real. Al contrario: el ámbito de la ovalada fue el más golpeado durante la última dictadura. Se supone, en definitiva, que deberíamos dejar los preconceptos de lado”.

“Hay cifras que desmantelan cualquier instinto prejuicioso: hasta ahora hay registrados 220 deportistas desaparecidos, de los cuales 151 jugaban al rugby. La diferencia con el resto de las disciplinas es abismal. Por algún motivo el terror se ensañó con la ovalada. Parece una paradoja, una interpretación forzada, un pésimo chiste mal contado. Pero fue lo que ocurrió”, sigue. Y agrega: “Estos casos ofrecen más interrogantes que respuestas. Pongamos algo en claro: a todos los desaparecieron porque militaban en distintas agrupaciones guerrilleras, no porque practicaban un deporte. Lo que habría que preguntarse, entonces, es por qué hubo tantos jugadores de rugby que durante los ‘70 le pusieron el cuerpo a la militancia. No hay una respuesta, o por lo menos no hay solo una respuesta”.

Sobre su Maten al rugby, Gómez cuenta: “Estuve dos años investigando las historias de los veinte desaparecidos de La Plata Rugby. Hablé con familiares, amigos y ex compañeros, recorrí lugares y me perdí en archivos y expedientes judiciales. Así y todo, no podría explicar con argumentos sólidos por qué tantos rugbiers eligieron la lucha armada como alternativa. ¿Habrá alguna relación entre este deporte y la militancia? ¿Hay valores que se ponen en juego sobre la cancha y los trasladaron a la sociedad? ¿Habrán sido acaso maneras alternativas de poner el cuerpo? Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas”.

Para Gómez el silencio en torno de las desapariciones de deportistas fue un tema tabú hasta que reconocidos periodistas como el mencionado Veiga y el reconocido Jorge Búsico destaparon la olla. “Recién hace poco más de diez años ellos publicaron las primeras investigaciones periodísticas que vincularon al deporte con el terrorismo de Estado. Fue un punto de partida, al que se sumaron otros periodistas y, fundamentalmente, Carola Ochoa, una muchacha sanjuanina que durante los últimos cuatro años recorrió el país para registrar más casos. Gracias a ella hoy sabemos que la cantidad de rugbiers asesinados o desaparecidos suman 151. Y que podría haber más casos”.

“Estas iniciativas fueron impulsadas por fuera del establishment del rugby. Salvo alguna que otra excepción, los clubes y las federaciones nunca reconocieron ni homenajearon a sus víctimas. Que ahora la Unión Argentina de Rugby haya aceptado recibir a familiares de jugadores desaparecidos es un síntoma de madurez. Un gran primer paso. Tardaron más de 40 años, pero lo dieron. Se verá en qué deriva ese encuentro. Vamos a estar atentos”, sintetiza Gómez.

Charly Pisoni, integrante de HIJOS y ex subsecretario de Derechos Humanos durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, es también uno de los impulsores de este encuentro entre la UAR y los familiares de jugadores desaparecidos. “Estamos expectantes por la decisión de la fecha. Ellos nos dijeron que sería después del Mundial y que iban a poner fecha. Nos contactamos para poner la fecha, pero sin éxito. De todas maneras entendemos que hubo un avance y el reconocimiento se hará”.

Pisoni señala que “como organismo de derechos humanos tuvimos mucha paciencia y esperanza durante tantos años, por lo que esperar un poco más no cambia el panorama. En principio es una gran noticia”.

Cuando El Intransigente le consultó por qué a su criterio el rugby es el deporte que más desaparecidos tiene, contestó: “No creo que haya una respuesta. Una posible es que el rugby es un deporte popular más allá de que se lo considere elitista. Y otra respuesta es que la dirigencia del rugby haya estado muy cercana a la dictadura cívico militar y entonces supieran quiénes eran los rugbiers y qué hacían. Podríamos agregar más hipótesis, pero nada está comprobado”.

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