Organizadores de la Copa América cierran las puertas a una luchadora

La mamá de Daniel García, un hincha asesinado hace 16 años, pidió ingresar con una bandera al partido que se jugará el viernes ante Bolivia, para pedir justicia. Las autoridades lo impiden.

Liliana García, la mamá de Daniel, un hincha de 19 años que el 11 de julio de 1995 fue asesinado en Paysandú, Uruguay, cuando fue a alentar al seleccionado argentino en la Copa América disputada en el país vecino, recibió un duro revés, ya que le respondieron negativamente a su pedido de ingresar al estadio Único de La Plata, este viernes, cuando se juegue el encuentro inaugural ante Bolivia, con una bandera para insistir en su reclamo de justicia.

Es que pasados más de quince años de aquel asesinato, por el que se acusó a barras de Morón, muchos de los cuales trabajaban para el ex intendente de ese partido, Juan Carlos Rousselot, no hay culpables.

"Debo decir con tristeza e indignación que a la solicitud requerida para entrar al campo antes del comienzo del partido Argentina -Bolivia, con la bandera con el rostro de mi hijo, Daniel Hérnán García, y un reclamo de Justicia por su crimen, nos responden que aunque es una causa justa, debido a temas de seguridad no pueden satisfacer nuestro pedido", comienza el mail que Liliana García, también titular de la ONG FAVIFA, se encargó de enviar esta mañana a distintos medios de comunicación.

En el mensaje, García añade que "nos darían la posibilidad de ingresar en un partido amistoso de la Seleccion argentina. Les comunico que de cualquier manera iremos a la ciudad de La Plata y desplegaremos la bandera. No conozco el estadio, ero acompañada de la defensora adjunta Graciela Muñiz y Monica Nizzardo, junto a compañeros de la defensoría estaremos llegando alrededor de las 14 hs. Les ruego sepan comprender mi dolor y puedan difundir este justo reclamo".

No deja de ser menos llamativo su anuncio de algo que se repite y que ella misma sostiene podría volver a ocurrir durante esta competencia de carácter internacional. "Seguramente ingresarán al estadio personas con prohibición, quizás los asesinos de mi hijo lo hagan", opina.

"Hay que tomar conciencia de esta violencia irracional, que le roba la vida a nuestros hijos, quizás porque nuestro pedido fue formal y por las vías que corresponde, y no como el atropello de éstos lúmpenes disfrazados de hinchas, que entran de prepo y con la aprobación de los dirigentes deportivos, políticos, AFA y organismos de seguridad", finaliza su duro comunicado.