"El fútbol es una puesta en escena de valores y creencias"
Julio Frydenberg publicó Historia Social del Fútbol (Siglo
XXI), donde da cuenta cómo fueron los orígenes de este deporte en nuestro país.
De eso habla en esta entrevista con A24.com.
Historia Social del Fútbol (Editorial Siglo XXI) es un libro
necesario. Es que Julio Frydenberg explica en detalles aquello que siempre se
tomó a la pasada en la mayoría de los trabajos históricos. En este caso, se
añade que va más allá del mero hecho deportivo. Si el lugar común siempre fue
hablar de la fundación de los clubes o equipos y del por qué de un color u
otro, ahora se habla de las incidencias sociales de los años 20, que para el
autor son el punto de partida del fútbol que tenemos hoy en día.
-Leyendo el libro, uno ratifica la incidencia que tuvo el
deporte en general, y el fútbol en particular, en la sociedad argentina. ¿Por
qué el fútbol incidió más que otros deportes?
-Supongo que habría que plantearse la pregunta de por qué el
fútbol pasó a ser el más popular y no otro deporte. Creo que tiene que ver con
quiénes lo trajeron y sus gustos… británicos, y en especial maestros escoceses.
En otras partes del planeta, se popularizaron otros deportes ingleses. Por
ejemplo, en la India y Paquistán, el cricket. Por otro lado, el futbol tiene
condimentos intrínsecos que parecerían diferenciarlo del resto de los deportes,
por ejemplo en el papel más central que juega el azar, el poder del juez y por
consecuencia, la valoración de la justicia.
-¿Por qué con el paso del tiempo el fútbol pudo masificarse
tanto como hoy?
-Por sus virtudes como deporte, pero más que nada por el
papel de los medios de comunicación más populares, como Crítica y El Gráfico
desde los años 20 y 30. Simultáneamente (fuera de los pocos años de crisis), y
muy especialmente en los 20, esa mediatización fue de la mano con mejoramiento
del nivel de vida de amplias capas de los sectores populares que pasaron a ser
consumidores de esa prensa y también del fútbol. La construcción definitiva del
espectáculo del fútbol porteño es de esa época. Y muchos de los elementos que
hoy existen, son deudores de ese momento.
-¿Qué ves, más allá del deporte en sí, en el fútbol en
cuanto a su rol social?
-Se ha dicho que el espectáculo, el ritual, del fútbol es un
espejo de ciertos elementos sociales y culturales. Es un escenario donde los
participantes se ven a sí mismos. Una puesta en escena de valores y creencias.
Por ejemplo, un ejercicio en torno de nociones de justicia, de la tensión entre
el orden y el desorden, etcétera.
-¿Creés que este país sería el mismo sin el fútbol?
-Creo que sí.
-En la actualidad, todas las clases sociales –entiendo-
conviven en los estadios, en un partido. ¿Cómo fue eso en los comienzos del
fútbol? ¿También se mezclaban los de una con los de otra?
-No hay investigaciones a las que podamos recurrir y que
hablen de lo que pasó durante todo el siglo XX. Pero, a pesar de eso, podemos
decir algo. En el inicio del espectáculo hacia principios del siglo XX, el
público era policlasista. Iban familias de la elite y jóvenes de sectores
populares… obviamente ocupaban distintas zonas de los pequeños estadios.
Décadas más tarde, en los años treinta por ejemplo, ni los ingleses ni la elite
estaba interesada en el fútbol competitivo de la liga. A lo sumo lo jugaban en
sus clubes, puertas adentro. Entonces la amplia mayoría del público era de los
sectores populares, mixturado por grupos dirigentes (profesionales,
empresarios, y pocos propietarios de tierras), muchos de los cuales eran
cuadros dirigentes de algunas instituciones deportivas y la liga. Este esquema
siguió durante décadas. Desde los noventa va cambiando y grupos de la elite
dominante empresarial vuelven al fútbol. Es el caso de Macri, con la intención
explícita de pasar de la dirigencia del fútbol a la dirigencia política. En la
actualidad, efectivamente podría decirse tal como a principios de siglo XX, que
es policlasista.
-En los últimos años, y por los ingresos, muchos jugadores
pobres pudieron darse gustos materiales. ¿Cuáles fueron los primeros ejemplos,
en ese sentido, en nuestro fútbol?
-Realmente no tengo idea, ya que habría que verlo en los
años ’60. Siempre pensando en jugadores que hayan triunfado en el exterior.
-¿Por qué elegiste escribir sobre este tema en tu libro?
-Desde hace mucho tiempo logré aunar dos prácticas que me
gustan: la historia y el fútbol. Soy egresado de la carrera de Historia (UBA) y
soy hincha de fútbol desde chico, como cualquiera. Si bien la temática no se me
había ocurrido en un comienzo, en el año 1990, al terminar un seminario, no
sabía acerca de qué tema escribir el trabajo final y el profesor me incentivó a
tomar el pasado y el fútbol, como elemento de la cultura popular. Desde ese
entonces trabajo sobre esta temática.
Alejandro Duchini
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