FEDERER-NADAL, EL DUELO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA
Son protagonistas de una de las mayores rivalidades deportivas de los
últimos tiempos y dueños de estilos opuestos con los que acariciaron la
perfección. En Sin red, el periodista Sebastián Fest aprovechó su
cercanía física con Roger Federer y Rafael Nadal para contar las
historias de ambos y analizar cómo cambiaron el tenis. Acá, la nota original.
“En la Argentina hay una cierta tradición por la literatura deportiva;
tradición que se acrecentó en los últimos años. Aunque muchas veces el
tema del deporte en libros es visto con cierto desdén. No pasa eso en
Inglaterra, por ejemplo, donde este tipo de literatura es enorme,
fuerte. En España también hubo un surgimiento. Allí esta temática tiene
éxito”. El panorama lo hace el periodista Sebastián Fest, autor de Sin
red (Sudamericana), un libro en el que, a través de 364 páginas,
describe la vida deportiva -y de soslayo la personal- de los tenistas
Roger Federer y Rafael Nadal. Y lo hace como testigo directo: nacido en
Buenos Aires en 1971, sus últimos 18 años vivió en Madrid. Cubrió los
espectáculos deportivos más relevantes, como mundiales y juegos
olímpicos. Y sobre todo, tenis. Eso le permitió estar cara a cara con
los protagonistas de esta historia. A veces los encuentros fueron muy
cercanos. Como el que tuvo con el español, dentro de un vehículo en un
estacionamiento de Nueva York, a la una de la mañana del 14 de octubre
de 2010. “En ese minuto escaso que pasamos solos en la camioneta, yo era
un privilegiado, la envidia de casi cualquiera: estaba a solas con
Rafael Nadal, el hombre que acababa de conquistar el US Open”, escribe
en el prólogo de Sin red.
Ahora que se instaló nuevamente en Buenos Aires, donde se desempeña como Prosecretario de Deportes del diario La Nación, se encuentra con LA GACETA para hablar de este trabajo que empezó a rondar su cabeza entre 2010 y 2011, que dio otro paso en 2012, cuando escribió los primeros cinco capítulos, y que se terminó casi de un tirón entre fines de 2014 y principios del 2015. Avala esta escritura la experiencia de tantos torneos de tenis en distintos países. “Cubro varias cosas, pero mucho tenis desde el 94 o 95. Tuve la suerte de ver el nacimiento de Nadal y el de Federer en primera fila. La primera vez que hablé con Nadal fue en 2004. Un día después de ganar su primer torneo. Era tímido. Miraba hacia abajo. Hablaba con monosílabos. Ambos se fueron haciendo adultos. Cuando empecé con el libro, el Federer de entonces era más o menos el mismo que el de hoy. Aquel Nadal evolucionó, dejó de usar las camisetas sin mangas y se ve más cómodo en sus apariciones públicas y en el manejo con la prensa”, compara. Y agrega: “Dentro del tenis, son dos personajes extraordinarios, únicos, con un contraste tremendo de títulos, estilos, orígenes, de públicos a los que llegan. Uno potenció al otro. Y ver que tenía cercanía, conocimiento y datos sobre ellos, me dio a pensar que podía contar esa historia”.
En Sin red, los testimonios no son solamente los de Federer y Nadal, sino que un enorme coro de voces opina sobre estos dos grandes tenistas. Fest se explaya un poco más: “Lo que me pasó es que me di cuenta de que más allá de escribir sobre Federer y Nadal y hablar con ellos, mientras lo hacía me metía con la historia del tenis y tenía la suerte de conversar también con muchos de sus principales exponentes. Como Martina Navratilova, Connors, Sampras, Tony Nadal”.
En efecto, lo que distingue este libro es que puede leerlo el fanático del tenis como aquel que desconoce del tema. Para todos los lectores habrá un dato nuevo, un recuerdo o, lo que no es menor, un análisis de alguna situación o hecho particular. Además, a la vez que se conoce más a Federer y Nadal, también cuenta quiénes son, por ejemplo, Novak Djokovic o Rodney Laver. Se reflejan miserias, enojos, diferencias, distancias y competencias. Es, por lo tanto, un libro humano, que ratifica al deporte como reflejo de lo que somos o pudimos ser.
Lugar en la historia
No falta la literatura. En las primeras páginas el autor remite un brillante y extenso texto de David Foster Wallace, titulado “Roger Federer como experiencia religiosa”, publicado en 2006 en el New York Times. Lo utiliza como herramienta para explicar la admiración que origina el suizo. Wallace enaltece sin límites al tenista. “A algunos les perece una exageración lo que allí se escribe. A mí me parece muy bien escrito, algo lógico viniendo de quien viene. Aunque creo que sí, que exagera un poco, porque se muestra enamorado de Federer. Es muy bueno y excesivo, a mi criterio. En enero de este año le pregunté al propio Federer por ese texto y claramente es un texto que lo pone incómodo”, dice ahora Fest.
Como si fuese protagonistas de una novela, Fest habla de la historia y del destino de Federer y Nadal. Dice: “Quedarán en un lugar súper privilegiado pase lo que pase. Se pueden retirar hoy y ya son grandes entre los grandes; y no sólo por resultados. Podrían retirarse mañana mismo y ya está, ya hicieron historia”.
Casi al terminar la entrevista, Fest se refirió a la pasión que genera el tenis en este país. Lo hizo cuando se le preguntó cuáles eran sus expectativas de lectura de Sin red en Argentina: “No creo que haya tantos países como éste con tanto conocimiento y pasión por el tenis. Hasta las amas de casa conocen a los tenistas. Hoy pasan todos los partidos por televisión, algo que no ocurre en otros países”. Y agrega: “También se da que más allá del tenis en sí, tanto Nadal como Federer generan mucho en Argentina”.
Y ya en la despedida, mirando la portada de Sin red, su autor sintetiza: “Esto es lo que escribí. Otros saben otras cosas. Yo sé esto. Y es lo que cuento”.
Ahora que se instaló nuevamente en Buenos Aires, donde se desempeña como Prosecretario de Deportes del diario La Nación, se encuentra con LA GACETA para hablar de este trabajo que empezó a rondar su cabeza entre 2010 y 2011, que dio otro paso en 2012, cuando escribió los primeros cinco capítulos, y que se terminó casi de un tirón entre fines de 2014 y principios del 2015. Avala esta escritura la experiencia de tantos torneos de tenis en distintos países. “Cubro varias cosas, pero mucho tenis desde el 94 o 95. Tuve la suerte de ver el nacimiento de Nadal y el de Federer en primera fila. La primera vez que hablé con Nadal fue en 2004. Un día después de ganar su primer torneo. Era tímido. Miraba hacia abajo. Hablaba con monosílabos. Ambos se fueron haciendo adultos. Cuando empecé con el libro, el Federer de entonces era más o menos el mismo que el de hoy. Aquel Nadal evolucionó, dejó de usar las camisetas sin mangas y se ve más cómodo en sus apariciones públicas y en el manejo con la prensa”, compara. Y agrega: “Dentro del tenis, son dos personajes extraordinarios, únicos, con un contraste tremendo de títulos, estilos, orígenes, de públicos a los que llegan. Uno potenció al otro. Y ver que tenía cercanía, conocimiento y datos sobre ellos, me dio a pensar que podía contar esa historia”.
En Sin red, los testimonios no son solamente los de Federer y Nadal, sino que un enorme coro de voces opina sobre estos dos grandes tenistas. Fest se explaya un poco más: “Lo que me pasó es que me di cuenta de que más allá de escribir sobre Federer y Nadal y hablar con ellos, mientras lo hacía me metía con la historia del tenis y tenía la suerte de conversar también con muchos de sus principales exponentes. Como Martina Navratilova, Connors, Sampras, Tony Nadal”.
En efecto, lo que distingue este libro es que puede leerlo el fanático del tenis como aquel que desconoce del tema. Para todos los lectores habrá un dato nuevo, un recuerdo o, lo que no es menor, un análisis de alguna situación o hecho particular. Además, a la vez que se conoce más a Federer y Nadal, también cuenta quiénes son, por ejemplo, Novak Djokovic o Rodney Laver. Se reflejan miserias, enojos, diferencias, distancias y competencias. Es, por lo tanto, un libro humano, que ratifica al deporte como reflejo de lo que somos o pudimos ser.
Lugar en la historia
No falta la literatura. En las primeras páginas el autor remite un brillante y extenso texto de David Foster Wallace, titulado “Roger Federer como experiencia religiosa”, publicado en 2006 en el New York Times. Lo utiliza como herramienta para explicar la admiración que origina el suizo. Wallace enaltece sin límites al tenista. “A algunos les perece una exageración lo que allí se escribe. A mí me parece muy bien escrito, algo lógico viniendo de quien viene. Aunque creo que sí, que exagera un poco, porque se muestra enamorado de Federer. Es muy bueno y excesivo, a mi criterio. En enero de este año le pregunté al propio Federer por ese texto y claramente es un texto que lo pone incómodo”, dice ahora Fest.
Como si fuese protagonistas de una novela, Fest habla de la historia y del destino de Federer y Nadal. Dice: “Quedarán en un lugar súper privilegiado pase lo que pase. Se pueden retirar hoy y ya son grandes entre los grandes; y no sólo por resultados. Podrían retirarse mañana mismo y ya está, ya hicieron historia”.
Casi al terminar la entrevista, Fest se refirió a la pasión que genera el tenis en este país. Lo hizo cuando se le preguntó cuáles eran sus expectativas de lectura de Sin red en Argentina: “No creo que haya tantos países como éste con tanto conocimiento y pasión por el tenis. Hasta las amas de casa conocen a los tenistas. Hoy pasan todos los partidos por televisión, algo que no ocurre en otros países”. Y agrega: “También se da que más allá del tenis en sí, tanto Nadal como Federer generan mucho en Argentina”.
Y ya en la despedida, mirando la portada de Sin red, su autor sintetiza: “Esto es lo que escribí. Otros saben otras cosas. Yo sé esto. Y es lo que cuento”.
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